ANYONE BUT YOU
Dirigida por: Will Gluck. Protagonizada por: Sydney Sweeney y Glen Powell. Género: Comedia. Romance. Clasificación: R — Ya en Cines.
“Después de una primera cita maravillosa, y por azares del destino, Ben y Bea se pierden la pista. Meses después se vuelven a encontrar pues, amigos y familiares en común están prontos a casarse. Ahora, los nuevos enemigos tendrán qué fingir que son pareja para que la boda pueda llevarse a cabo en paz”.
Cuando uno lee la premisa sabe que está por atestiguar algo absurdo y sin sentido. Luego pasamos a la ejecución, y no tardamos en comprobar lo dicho.
Desde la primera escena, cuando la chica entra a un café tipo "starbucks" a pedir el baño, pero no se lo prestan porque "tiene qué comprar algo"... (eso, quizás, suceda en Zimbabwe, no en Estados Unidos) y es ahí donde el príncipe azul la rescata, cediéndole su lugar en la fila para que pueda hacer la compra y obtener la tan deseada llave, uno sabe que los escritores no le echaron ganas. De ahí en adelante suceden tantas coincidencias que uno advierte la pésima ejecución del guion. Todo está forzado. Quien lo escribió no se tomó el tiempo para pensar, o siquiera para intentar plasmar en papel algo mínimamente inteligente. Lo mismo vemos durante toda la película. Absurdo tras absurdo, incoherencia tras incoherencia. Y bueno, ni se diga que es más predecible que una elección de estado en país tercermundista.
Las actuaciones son muy malas. Los actores no tienen ritmo para la comedia, y de pronto nos encontramos con escenas que se supone deben ser graciosas pero en la sala gobierna un silencio incómodo. Aquí todos están fuera de tono. Nadie funciona.
La dirección es, también, bastante deficiente. Aquí no supieron dirigir a los actores. Es más, me atrevo a decir que, desde la elección del reparto, el director no sabía lo que estaba haciendo. Sí, nuestros protagonistas tienen algo de estrellas, pero de actuación: nada.
Con todo y que la producción trae presupuesto (nos llevan y muestran Australia, en yate y helicóptero) esta no es suficiente para hacer contrapeso al pésimo guion y las malas actuaciones.
Al final, esta es una película floja, sin chiste, sin gracia, que intenta emular a las comedias románticas de antaño, pero que está ejecutada por personas que no tienen las tablas ni el talento para hacerlo.
Le damos 1.5 de 5 estrellas.