AVATAR: THE WAY OF WATER
Dirigida por: James Cameron. Protagonizada por: Sam Worthington, Zoe Saldana y Stephen Lang. Género: Acción. Aventura. Fantasía. Clasificación: PG-13 — 3.5 de 5 Estrellas. Ya en Cines.
“Después de sobrevivir la invasión de los hombres de las estrellas, James Scully y Neytiri ya forman una familia y viven en paz en las tierras de Pandora. Pero, varios años después, Quaritch y sus hombres están de regreso, y tienen como misión capturar y matar a Scully, para luego apoderarse de Pandora y convertirlo el nuevo planeta tierra”.
Esta es una buena secuela a una película que hizo historia por diferentes razones, incluida la calidad de efectos visuales. Varios años después, y con mucha expectativa, llega esta nueva versión que promete ser superior a su antecesora, sobre todo en la calidad visual. Al menos eso es lo que nos prometio James Cameron, su creador.
Y sí... pero no… Le explico.
Aunque sí existe una evolución y mejora en la técnica y el resultado de los efectos visuales, no es, de ninguna manera, proporcional al avance de su primera entrega. Con esto me refiero a que, el gran salto lo dio en la cinta original, y en esta versión solo dio un pasito y medio hacia el frente. Sobre todo si consideramos que en los últimos años se realizaron producciones con grandes efectos visuales que no le piden nada a este trabajo. Sí, hablo de los estudios Marvel y su universo cinematográfico.
Habiendo dicho esto, creo que es sensato decir que, hoy por hoy, esta es la producción con más alto nivel de efectos visuales. Sobre todo el aplicado en las tomas que suceden debajo del agua. Son un verdadero espectáculo. Aquí estamos siendo testigos de verdadera magia.
En cuanto a la historia, debo ser sincero, aquí no hay mucha tela de donde cortar. Esta es una trama simple, que quizá ya hayamos visto antes. Nada del otro mundo: el soldado exiliado que es perseguido y debe defender a su familia a toda costa. Eso sí, me gustó que trae temas trascendentes: los lazos familiares, el valor de la amistad, y la resiliencia juegan mucho en el guión.
Al final, esta es una película que uno no debe dejar pasar. Una oportunidad de ser testigo de un maravilloso espectáculo visual. Ojo, es importante aprovechar para verla en sala de cine, de preferencia en IMAX 3D. Así es como fue concebida, y como se le saca todo el provecho a la visión del director.