BONES AND ALL
Dirigida por: Luca Guadagnino. Protagonizada por: Timothée Chalamet, Taylor Russell y Mark Rylance. Género: Drama. Horror. Romance. Clasificación: R — 3 de 5 Estrellas. Ya en Cines.
“Mare, una jovencita recién abandonada por su padre, debe aprender a sobrevivir en los márgenes de la sociedad”.
Cuando salí del cine lo primero que se me vino a la mente fue: ¿qué carajos acabo de ver? Y es que, no exagero, esta es una película muy diferente a lo que normalmente uno encuentra en cartelera. Diferente no quiere decir ni malo ni bueno, simplemente es eso... diferente.
De entrada, y lo que me pareció bastante interesante, es la mezcla de géneros. Se va de ser un road-movie, a un coming of age, para luego pasar por un cuento que pareciera de lobos y vampiros... Ah, y eso sí, con un nivel de Gore como pocos.
Si nos limitamos a ver esta historia como un drama de dos adolescentes que se encuentran en la vida y se nutren el uno al otro para sobrellevar las crueldades de su pasado, entonces esta cinta es una maravilla. Pero también está el otro lado de la moneda, en donde las circunstancias de su realidad son tan inverosímiles que, de pronto, pueden caer en lo ridículo. Claro, uno puede justificar estas circunstancias como analogías para representar que nuestros protagonistas son personas diferentes al resto, y eso sería correcto. Como todo en el cine, la cosa es subjetiva y depende mucho de los ojos con que cada quién lo vea.
Eso sí, hablando técnicamente, la producción está de primera. La fotografía tiene una textura que, si no me equivoco, pareciera fue filmada en celuloide. Ahí van varios puntos a favor. La dirección también trae ondita. De pronto vemos tomas que, muy acorde a la historia, complementan el lenguaje y suman para que el mensaje llegue como fue planeado.
Las actuaciones también son muy buenas. Chalamet es talento, y aquí se le da la oportunidad de demostrar que puede manejar las emociones de un extremo a otro sin chistar. Lo mismo sucede con Russell, a quien tengo el placer de ver por primera vez en pantalla, y algo me dice que no será la última. De hecho, no me sorprendería ver su nombre en la temporada de premios.
Pero, volviendo al tema de lo subjetivo— que aquí en esta historia tiene mucho qué ver— en mi humilde opinión, esta pudo haber sido una mucho mejor historia si no hubiese tenido como tema central eso del canibalismo. Lo sé, quizá para los que leyeron las novelas este comentario sea algo así como una blasfemia, pero no puedo evitar ver esa falta en la historia.