BROS
Dirigida por: Nicholas Stoller. Protagonizada por: Billy Eichner, Luke Macfarlane. Género: Comedia. Clasificación: R — 1/5 Estrellas. Ya en Cines.
“El director del proyecto del primer museo LGBTQ+ de Nueva York necesita terminar de buscar financiamiento para su apertura. En el inter se ¿enamora? de un hombre que, por lo que parece, pinta para ser el amor de su vida”.
Me costó mucho terminarla. De hecho tuvo que ser en dos sentadas. Y es que el mayor problema de esta película —aunque no es el único— es que su protagonista es IN-SO-POR-TABLE. No hay manera que alguien pueda soportar 5 minutos con él, mucho menos querer establecer una relación de pareja. Todo es negativo, todo tiene problema, todo es discusión. La palabra es TÓXICO. Inicia conflictos sin necesidad y te dan ganas de saltar dentro de la pantalla para darle un zape y pedirle que cierre la boca.
La producción no es mala. De pronto tiene escenas que se ven grabadas con cámara HD y no en formato cinematográfico, pero son pocos los momentos.
Fuera de nuestro pésimo protagonista, el cual estoy seguro no tuvo que recurrir a su capacidad histriónica y así es en vida real, las actuaciones no son del todo malas. Luke Macfarlane, por ejemplo, no lo hace nada mal, y a él sí le compras lo que está vendiendo. Además, su personaje es el que más construido está, y el único que tiene espacio para crecer y completar el arco del héroe.
Pero el pésimo personaje principal es sólo el inicio de sus problemas. En mi opinión, esta película tuvo la oportunidad de representar a la comunidad LGBTQ de una manera importante, y dar a conocer su estilo de vida como algo que no dista del resto de las personas heterosexuales, y que las diferencias que pueden existir se limitan a algo meramente de gusto o preferencia sexual. En mi opinión, falla en su intento y, lejos de ayudar, perjudica.
De entrada porque, a diferencia de lo que pudo ser una comedia romántica de pareja del mismo sexo, esta película no tiene nada de romántico. Al menos a mi juicio, que no le veo lo romántico a una primera cita que acaba en una orgía de cuatro personas. Cero romanticismo. ¿Quién hace eso? Según lo que entendí, o más bien, lo que nos quieren decir con esta película, es que en el mundo LGBTQ no existe el amor, solo el placer y el sexo desenfrenado y sin ninguna limitación. ¿Para qué quieres un beso con tu pareja cuándo se pueden besar entre varios al mismo tiempo...? hmmm.
Aquí se dan todos contra todos, en tercia o entre cuatro, conocido o no, a todas horas y con quién se les ponga en frente . Como digo, de romántico no tiene nada. De hecho, al final cierran con el tema "Love is not Love", que el protagonista interpreta frente a un público de buen tamaño, uno que parece no saber distinguir entre el canto y el aullido de un lobo. Mal, muy mal.
También la noté MUY adoctrinadora. Eso de hablar de sexo anal enfrente a niños de 6 años no es, ni en el mundo heterosexual ni en el mundo homosexual, algo que tenga sentido. Yo jamás he visto que alguien hable de sexo de manera gráfica (ni anal ni vaginal) enfrente de sus hijos de 6 años. Aquí lo tratan de normalizar, y no le veo la razón de por qué.
Lejos de parecer una película con el fin de entretener, se ve, y de manera muy forzada, que quieren cambiar las mentes de los asistentes a las salas. Y eso, en mi humilde opinión, creo que es un error. Así no funciona la cosa.