FUGA DE REINAS (Netflix) — La Crítica
Dirigida por: Jorge Macaya. Protagonizada por: Martha Higareda, Paola Núñez, Alejandra Ambrosi y Valeria Vera. Género: Acción. Comedia. Clasificación: TV-MA — 3 de 5 Estrellas. Ya en NETFLIX.
“Cuatro amigas cuarentonas deciden emprender un viaje hacia la playa para cumplir un bucket-list que hicieron cuando eran adolescentes”.
Cuatro buenas amigas, cada una con su respectivo problema existencial, encuentran una excusa para abandonar su día a día y tomarse un descanso de su realidad viajando a la playa para depositar las cenizas de la madre de una de ellas. En el camino se topan con todo tipo de situaciones disparatadas que, por mera coincidencia, tienen como resultado palomear los diferentes puntos de una lista de pendientes que hicieron cuando estaban en la secundaria. Todo esto mientras se encuentran a sí mismas y descubren lo que tienen qué hacer para cambiar lo que no les gusta de su existencia.
En términos generales, la premisa no está del todo mal. Sirve la mesa para que todo se convierta en una aventura extraordinaria al mismo tiempo que se cierran ciclos y abren oportunidades. Todo esto sucede, sí, pero no de la manera en que uno hubiera querido. Le explico.
De entrada, todo lo que les sucede a las amigas no les sucede por consecuencia y, en su lugar, sucede por coincidencia. Esto es una señal de un mal guion. Cuando las cosas suceden por azar del destino y no debido a las acciones de nuestros personajes, se considera “lazy writing”, término utilizado en la industria para distinguir a un escritor o escritora amateur. Aquí sucede mucho de eso.
También sucede que hay cosas ilógicas que no cuadran para nada. Le pongo un ejemplo: una escena de persecución en plena carretera en donde un coche termina descarrilado y acaba en un acantilado a punto de caer al vacío, en un terreno que en ningún momento vimos cercano cuando todo sucedió. Físicamente es imposible. Otro ejemplo es que, por mera casualidad, el criminal más peligroso y buscado por la policía internacional, junto con su guardaespaldas, se detienen en la carretera para ayudar a cambiar la llanta del coche de nuestras amigas, solo para, después de aventarse el trabajo mecánico, sacar una pistola de la nada y amenazarlas con un discurso cómico sobre su edad. Esa escena termina con el malandro robándose la urna con las cenizas. ¿Cómo por qué y para qué? No tiene lógica ni sentido con la historia. Eso sí, dicha acción desata una serie de acciones que nos llevan hasta la cúspide de la trama. Así es… “lazy writing”.
Algo que también deja mucho que desear son los diálogos y la manera en que intentan adoctrinar con propaganda feminista. Y no me mal interprete, yo estoy de acuerdo con todo lo que se dice, lo que no estoy de acuerdo es en la manera en que lo hacen. Porque un buen escritor (escritora, en este caso) se las ingenia para mostrarnos el mensaje en lugar de sermonearnos. El famoso “show, don’t tell”. Pero aquí se pasan esa premisa por el arco del triunfo y nos hacen pasar un viacrucis con diálogos de empoderamiento muy simplones que se sienten forzados y sacados de la manga. Si son tan amigas, ¿por qué no se lo dijeron antes? Lo que menos quiere el espectador es sentirse aleccionado. Uno quiere divertirse cuando ve una película, y no sentirse que está en clases de moral. Como le digo, la intención es buena, pero la ejecución muy mala.
Eso sí, hay que aceptar que las cuatro amigas tienen una química que ni mandada hacer. Son geniales y traen una dinámica que sí funciona. Sí compramos la idea de que son amigas de la infancia, y que se conocen de cuerpo entero. Se complementan de manera real, y eso es bastante evidente. Las cuatro lo hacen excelentemente bien. No me molestaría verlas en una secuela.
También tiene escenas extraordinarias. Como cuando se toman una sopa en el campamento con los hippies. Aplausos por lo bien hecho que está eso. Me sacó varias carcajadas. Igual hacia el final, cuando ponen en marcha el operativo para... (no le voy a arruinar la premisa, mejor véala y sabrá a cuál me refiero). Toda esa secuencia funciona maravillosamente mediante una buena combinación de grandes actuaciones, buena dirección, y buen ritmo de edición. Sí, está algo exagerada, pero se justifica perfectamente bien dentro del género.
Al final esta es una película entretenida que sí funciona. Lo único que uno tiene qué hacer para disfrutarla es ignorar los errores de guion y taparse los oídos cuando vienen los sermones.