MAL DE OJO
Dirigida por: Isaac Ezban Protagonizada por: Ofelia Medina, Paola Miguel, Samantha Castillo Género: Horror Clasificación: R 4/5 Estrellas.
“Luna está enferma, y la medicina convencional no le ofrece ninguna solución. Por eso, sus papás deciden regresar a la casa de la abuela, un lugar al que no habían regresado desde su niñez, para buscar una cura con métodos no muy científicos. Es ahí donde las niñas conocerán el lado oscuro de su familia, uno que su madre ocultó durante toda su vida”.
Una bocanada de aire fresco muy necesaria para el cine mexicano. Contada como cuento, al estilo “érase una vez”, esta hermosa historia de terror nos regala la visión de un talentoso director que sabe perfectamente lo que está haciendo, y que deja la barra muy alta para el resto de sus colegas.
De entrada, los movimientos de cámara nos cuentan una historia sin necesidad de escuchar diálogos o ver acciones en pantalla. El lenguaje cinematográfico utilizado por Ezban es como un poema escrito que aporta a la narrativa de manera importante.
La fotografía es muy distinta a lo que los fotógrafos locales nos tienen acostumbrados. Las escenas no se ven planas, como es habitual, y aquí nos pintan una atmósfera terrorífica perfectamente acorde a la historia. Esto, aunado a los fantásticos escenarios y colores a cuadro, nos sumergen en un relato fantástico del que no queremos escapar.
Una regla muy conocida en el mundo del cine nos dice que, de ser posible, evites trabajar con niños y con animales. Esto, obviamente, por el reto que significa poder lograr un buen resultado a cámara. Pero aquí esa regla no aplica, pues, el director logra, de manera impecable, transmitirnos a través de nuestra protagonista —una niña de escasos doce años— esas emociones tan volátiles que nos contagian su desesperación y su miedo en todo momento. Bien ahí.
No está de más decir que Ofelia Medina está espectacular como nuestra antagonista y que pareciera que, en una de estas, fue mandada hacer para el papel.
El guión me pareció magnífico, pues poco a poco va sembrando lo que al final cosecha con un giro que no ves venir y te toma completamente desprevenido. Los diálogos podrán estar un poco cursis, sí, pero nada que nos distraiga de lo importante: la trama y la construcción y evolución de la historia y los personajes.
Ver esta película fue un deleite, y quedo expectante a los futuros trabajos de este realizador mexicano que, sin temor a equivocarme, puedo decir que, más pronto que tarde, será uno de los mas importantes representantes de nuestra industria a nivel internacional.
¡YEAH!