ROALD DAHL'S MATILDA: THE MUSICAL

Dirigida por: Matthew Warchus. Protagonizada por: Alisha Weir, Lashana Lynch y Emma Thompson. Género: Familiar. Comedia. Drama. Clasificación: PG — 5 de 5 Estrellas. Ya en NETFLIX.

“Matilda es una niña muy inteligente y superdotada, pero no querida por sus padres. Cuando el Estado dispone que la pequeña debe atender a la escuela (no atendía al colegio y su educación se limitaba a los libros que leía), su mundo cambia al enterarse de lo que existe al exterior”.

Este es el mejor regalo de navidad que Netflix nos pudiese haber hecho a todos sus suscriptores. Y es que así sí dan ganas de pagar la mensualidad, cuando nota uno que se esmeran por complacer al público con contenido de calidad, muy por encima de todo lo que hay en el mercado. Les explico

Esta obra maestra, adaptada del musical de teatro, y basada en la novela literaria de Roald Dahl, es, por mucho, la mejor versión de este maravilloso cuento. Aquí todo funciona. El reparto, la dirección, las coreografías, la música, la fotografía, y cualquier otro detalle que a usted le llame la atención del séptimo arte, construyen un mundo mágico del que no vamos a querer salir.

De entrada, si yo hubiese visto esta película antes de la fecha límite para la votación de mejor actriz en los Critics Choice Awards, sin duda alguna hubiese firmado para que Alisha Weir estuviese en la lista. No estoy exagerando. Basta ver unos minutos para darnos cuenta que la pequeña hace suyo al personaje y lo interpreta de manera impecable. Su trabajo, de verdad, es admirable.

Lo mismo sucede con los personajes de reparto. Todos están en su punto, como pasta "Al Dente". Hasta los extras, que se limitan a contribuir en las coreografías, uno puede darse cuenta que no están ahí de relleno. Todos y todas hacen una labor extraordinaria. Para donde voltees, hasta en el más recóndito recoveco de la pantalla, uno nota el espíritu y la magia de su entusiasmo.

Y su energía se contagia. Es pegajosa. Es energía que transmiten al espectador y lo hacen querer pararse a bailar. Claro, ayuda mucho que las composiciones son estupendas y brillan por su ejecución musical.

La fotografía también es algo que no se puede dejar de mencionar. La combinación de colores y texturas son para colgarse en el Museo del Prado. El diseño de vestuario y la ambientación también hacen juego y se complementan, como pastel y betún.

Esta es una película que me hubiera gustado que mis hijos hubiesen visto de niños. Porque, además de ser divertida y elocuente, aborda temas profundos que los hace reflexionar y abrir los ojos ante las adversidades que la vida les tiene preparadas.

Ya está dentro de mi lista de películas favoritas del año, y también en mi lista de mejores películas de todos los tiempos.

¡Feliz Navidad!