THE WHALE
Dirigida por: Darren Aronofsky. Protagonizada por: Brendan Fraser, Sadie Sink y Hong Chau. Género: Drama. Clasificación: R — 4 de 5 Estrellas. Ya en Cines.
“Un hombre que sufre un trastorno severo de obesidad, y que se encuentra viviendo sus últimos días, recibe la visita de la hija que abandonó”.
Después de que su pareja murió por suicidio, Charlie entró en depresión y comenzó un camino de autodestrucción que lo llevó a una obesidad extrema. Su vida se limita al entorno de su departamento pues, no puede ni siquiera caminar sin la ayuda de un andador. Se gana la vida dando clases virtuales, pero, hasta en ese escenario esconde su imagen cubriendo la cámara. Debido a lo avanzado de su enfermedad, todo indica que los días de Charlie están contados. Y él lo sabe. Por eso aprovecha para cerrar ciclos con su exmujer, y la hija de ambos que abandonó cuando ella tenía apenas ocho años.
Antes que nada, quisiera decir que yo dudaba de la autenticidad de los premios que nuestro protagonista— Brendan Fraser— obtuvo en las últimas entregas. Con esto quiero decir que sospechaba que sus reconocimientos fueran más por su regreso triunfal a la escena de Hollywood, que por su talento histriónico en esta cinta. Cuando la terminé de ver quedé convencido de su talento, y creo que, si es que se lleva la estatuilla más preciada (el Oscar por mejor actor) se la tiene más que merecida. Lo digo porque, aquí Fraser está espectacular. Su capacidad de interpretar a un personaje tan complicado, con matices tan marcados, y emociones de un extremo al otro, es impecable. Su trabajo es perfecto.
Claro, mucho tiene que ver el guion pues, esas líneas y escenas son instrumento ideal para que un actor con talento brille y se luzca. Los personajes, todos, incluyendo el reparto, están fenomenales. Todos están bien construidos y desarrollados de manera que aportan situaciones y argumentos vitales a la historia. Este es un trabajo en equipo, como debe ser.
El desarrollo de la historia cuenta con elementos sólidos, y argumentos que la vuelven un drama serio, con contenido, de esos que te dejan una buena lección de vida. Y aunque esta es una historia desgarradora, tiene la virtud de contagiar al espectador de una vibra de redención que se siente hasta los huesos. Es tan buena que, a pesar de que el cien por ciento de la producción se lleva a cabo dentro de un departamento (está basada en una obra de teatro), en ningún momento se siente reducida. Claro, sí sentimos un sofocamiento, pero este es provocado por otros elementos que fueron meticulosamente bien planeados por el director.
Esta es una película sobre los errores del pasado, y como nunca es tarde para remediarlos. De la esencia humana, y de como todos tenemos un lado rescatable. Una historia acerca del amor y del perdón.
Se ganó su lugar en mi lista de películas favoritas.